En cierta ocasión, en medio del crudo invierno del territorio de Dakota, Theodore Roosevelt (presidente de Estados Unidos de 1901 a 1909) se embarco en una balsa improvisada en el rió Little Missouri para ir en persecución de unos ladrones que le habían robado su lancha de remos.
Al cabo de varios días los alcazo y, luego de someterlos con su fiel fusil de repetición, los obligo a emprender una caminata a campo traviesa pera entregarlos a la justicia. Recorrieron los nevados yermos de la región de Badlands hasta llegar a la cárcel de Dickson, y Roosevelt hizo todo el trayecto –unos 65 kilómetros- a pie. La hazaña es de su ya extraordinaria, pero lo que le hace aun más memorable es que, en el camino, se las ingenio para leer Ana Karenina.
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